miércoles, 25 de noviembre de 2020

TIEMPO DE VALIENTES

    Las empresas que quieran superar las actuales condiciones que vivimos no tienen más que un camino, contar con los mejores profesionales de su sector. La gran diferencia entre las empresas Españolas y de otras economías, es que en España no se apuesta por el talento.  El hecho de que el mercado laboral se encuentre saturado de demandantes de empleo, genera que la gran mayoría de las empresas no traten de retenerlo cuando lo tienen y cuando lo buscan, no lo hagan con rigor. 

    Resulta curioso como los principales portales de empleo en España todavía mantienen criterios como la edad y otros datos personales a la hora generar un perfil como demandante de empleo. Y lo que es peor, cómo las empresas pueden filtrar los candidatos de acuerdo a esos criterios que nada tiene que ver con el talento que puede requerir la posición a cubrir. 

    Lo que más llama la atención es ver cómo se tratan de copiar procesos y eslóganes procedentes de otros mercados laborales. La verdad es que queda muy bonito cuando se lee eso de los principios de no discriminación y de igualdad en la selección.  Pero eso está diseñado para otros mercados y aquí son sólo eso... adornos florales. 

    Let´s be honest!

    La situación creada por esta pandemia hace que la empresas necesiten  de personas que no se quejen, capaces de lograr los mejores resultados sin esperar a que lleguen las circunstancias perfectas, porque son ellos los que las provocan. Necesitan de aquellas personas con la reputación de cumplir misiones imposibles. De personas que no aguantan las posturas derrotistas y que ningún obstáculo detiene sus intenciones. 

    Es el momento de aquellos que saben caminar en el fuego cruzado sin que les tiemblen las piernas. Es el momento de los equipos en los que el “no puedo” resulta desconocido y que saben elevar su productividad con la dedicación constante a un trabajo bien hecho. 

    Ya no es suficiente con una licenciatura o un Master. Es el momento de las personas preparadas y no de las formadas. Es el momento de aquellos que no creen en la ley de la atracción sino en la ley de la provocación.

sábado, 21 de junio de 2014

¡Nos vemos!

Hace ya unos días que salió en distintos medios de comunicación locales la noticia de mi próxima marcha a los Estados Unidos (Gonzalo Hernández Santamaría). Después de 13 años seguidos ocupando un escaño como Concejal en el Ayuntamiento de  la ciudad  en la que nací, tengo que decir que no me marcho con pena, que esta es una oportunidad buscada y deseada. Y que el verdadero sentimiento que me invade es el de un profundo éxito  o victoria, porque soy libre de poder decidir hacia donde dirigir mi vida y mi futuro. 

Desde muy joven me enganché a  la política como una forma de dedicarme a los demás, porque siempre tuve muy clara mi vocación de servicio público. Pero las cosas cambian, las personas evolucionamos y después de trece años al servicio de los ciudadanos mi predisposición  hacia los demás ya no es la misma. Tengo que reconocer que me he vuelto un poco mas egoísta, que ahora ya no me preocupa la gente como antes y que mi verdadera preocupación es mi familia. Ello no significa que considere tirados ni desperdiciados  los años que he estado en el Ayuntamiento.

Recuerdo mi primera toma de posesión con bastante claridad, entonces tenía veintiséis años y consideraba todo un honor formar parte de la corporación municipal. Tras dos años como Concejal sin responsabilidad de gobierno, el Alcalde de Valladolid me ofreció hacerme cargo de la concejalía de Juventud y Deporte, hecho del que siempre estaré agradecido. Durante ocho años el deporte de Valladolid se convirtió en mi vida y de la mano de Borja Lara aprendí lo qué era el deporte en una ciudad como Valladolid. Ahora tengo que reconocer que cuando leo las páginas deportivas en los medios locales lo hago de distinta manera a como lo hacía antes. Por eso y aunque han sido años de mucho trabajo y algún que otro otro sobresalto,  mis recuerdos sólo pueden ser positivos.

Con esta estas lineas quiero agradecer a todos los que en algún momento han trabajado conmigo, el trato recibido, ya que no tengo ni un mal recuerdo de nadie.

¡Un saludo and see you later!

Gonzalo Hernández Santamaría 

viernes, 3 de enero de 2014

¿Fin de la crisis?


No creo que haya nadie que deseé más que yo que la crisis toque a su fin.  Y los datos que día tras día nos van dado parecen indicar que las cosas están cambiando. Pero, entonces si la crisis se está acabando, ¿Dónde está el ajuste de la administración? Durante estos años el sector privado o productivo, es el que más ha sufrido la crisis. Así miles de empresas han tenido que cerrar, otras tantas han tenido que reducir sus plantillas hasta quedarse con lo mínimo. Sin embargo las administraciones públicas han seguido igual o en algún caso han engordado.

Durante estos años se ha cuestionado la necesidad de las diputaciones, también se ha hablado de que el estado autonómico era inviable, incluso se habló de reducir concejales y ayuntamientos. ¡Pero a día de hoy no hay nada de nada!

Así que la crisis la han sufrido quienes no la han provocado, que es el sector productivo de este país. Para los demás…  pues simplemente ha sido un mal trago que han tenido que pasar al tener que ver como los de alrededor lo pasaban mal. Eso siempre y cuando la crisis haya terminado, que para mí está aún por ver.

Si no hay sector productivo, no puede haber sector público. Y si el sector público es más grande que el productivo… entonces el crecimiento está limitado. Por eso se hace urgente y necesaria una reforma del sector público. En caso contrario no creo que la crisis haya terminado.


sábado, 21 de diciembre de 2013

Deporte y educación


Hace años mantuve un interesante debate en un pleno del Ayuntamiento  con mi buen amigo Álvaro Abril. Tratábamos de enfocar la importancia del deporte en edad escolar y quien debería hacerse cargo de los costes que ello tenía. La verdad es que con Álvaro daba gusto poder tratar, es un tipo de lo más normal y siempre nos terminábamos entendiendo. Pero aquel día Álvaro cerró su intervención diciendo que deporte y educación son la misma cosa. Yo no podía aceptar eso y traté de hacerle ver que no era así.

 
Quienes creemos en el deporte, siempre hemos considerado que a través de él, los jóvenes alcanzan una serie de valores de desarrollo personal que no se adquieren en la escuela.  El afán de superación,  la integración, el respeto a la personas y a las reglas, la constancia , el  trabajo en equipo, la autodisciplina,  la responsabilidad, la honestidad, la  lealtad, etc… son  algunos ejemplos de los que un joven o un niño adquiere con la práctica deportiva. Por eso, siempre he sostenido, y así lo seguiré haciendo, que deporte y educación son cosas distintas, pero a la vez complementarias. El deporte es el mejor de los complementos que un joven puede tener en su etapa escolar, pero el deporte no es educación. El deporte no es educación  porque hay algo que lo hace diferente. Y eso que los diferencia es la VOLUNTARIEDAD. 

 
Conozco pocas personas que se dediquen a la educación de forma voluntaria y altruista, pero no residen aquí, tampoco conozco muchos niños que estudian de forma voluntaria. Sin embargo todo aquel que practica deporte, lo hace de voluntariamente. Los monitores que se responsabilizan de los equipos, lo hacen de forma voluntaria.

 
De modo que debemos diferenciar entre educación y deporte, pero no debemos desvincularlas.  

Gonzalo Hernández Santamaría

jueves, 19 de diciembre de 2013

Miedo a la libertad

La libertad es un concepto social, pues fuera de la sociedad no tiene sentido. Nuestra Libertad está restringida cuando una persona nos obliga a hacer algo en contra de nuestra voluntad. Pero si queremos vivir en una sociedad pacífica además de las limitaciones naturales tenemos que aceptar la limitaciones que restringen nuestra esfera de acción tal y como es respetar los mismos derechos que yo tengo en los demás.
 
Pero debemos aclarar que cuando hablamos de los mismos derechos, no estamos hablando de iguales oportunidades. Las oportunidades iguales son imposibles en un mundo imperfecto. Hay quien nace con buena salud y otros no, unos son buenos deportitas y otros no, unos nacen en época de bonanza y otros no. Hablar de igualdad de oportunidades o de resultados es irreal y utópico dadas las diferencias de condiciones y de cualidades entre las personas. Si realmente quisieramos lograr la igualdad de oportunidades y de resultados entonces tendremos que prescindir de la igualdad ante la Ley, pues tendríamos que dar trato desigual o compensativo a las personas en desventaja. Así que, o buscamos la igualdad en derechos o buscamos la igualdad en resultados, anbos son incompatibles.
 
Se habla mucho del interés general como valor supremo por el que se debe regir una sociedad. ¿Pero quién establece cual es ese interés general? Para mi esde interés general el respeto al derecho individual. La libertad individual es un valor apreciado y un instrumento de progreso. ¿Por qué será entonces que no hemos progresado mucho en las últimas decadas?
 
Para mi la respuesta es clara, tenemos miedo a la libertrad individual. Es mucho mejor que exista alguien que nos diga como debemos comportarnos en cada situación de esa forma evitamos situaciones que podrían ser estresantes para cada uno de nosotros.

Gonzalo Hernández Santamaría   
 


lunes, 16 de diciembre de 2013

Más productivos


Con motivo de la crisis que estamos viviendo, desde Europa se nos ha dado muchas recomendaciones pero hoy me he parado a reflexionar sobre una de ellas. En mas da una ocasión se nos ha dicho que debemos ser más productivos así que… ¿Cómo podemos alcanzar ese objetivo?

En el mundo hay pobreza y riqueza. ¿Por qué unos son ricos y otros son pobres? ¿De dónde viene la riqueza?

Hay quien piensa que la riqueza está ahí y que hay quien la coge de forma avariciosa dejando a los demás sin nada, pero la única riqueza es la que se produce. Los recursos por si solos no significan riqueza, deben transformarse.

La diferencia entre el desarrollo y el subdesarrollo se encuentra en la tecnología, en las fábricas y en el capital. Así qué desarrollo es riqueza,  menos gente pobre y más gente rica. Pero la riqueza o el desarrollo no la da la naturaleza, la riqueza es obra del hombre. La riqueza no es fruto de la casualidad. 

Por ello las personas debemos ser productivas ¿Pero qué es la productividad? La productividad es producir más en el mismo tiempo. ¿Entonces cómo hacemos para producir más en el mismo tiempo? Hay quién cree que la formación y la educación son básicas para ser productivos. ¡Efectivamente! Un trabajador educado y formado es más productivo que uno que no lo está. Pero un trabajador educado sin máquinas no es productivo. De modo que las máquinas son necesarias para incrementar la productividad. Por eso las máquinas bajan el costo de la mano de obra por unidad de producción, mientras al mismo tiempo suben los salarios.

Pongamos un ejemplo: Si un agricultor labra con su azada 20 metros cúbicos de tierra al día y gana 16 euros, el costo por metro cúbico es de 0,80 euros. Pero si este mismo utiliza un arado con bueyes entonces  incrementa la producción  a 800 metros cúbicos de tierra y ahora puede subir su salario o sus ganancias, mientras baja el costo del metro cúbico. Pero si en vez  de un arado con bueyes este mismo agricultor tiene un tractor, podrá arar 10.000 metros cúbicos con lo que su sus ganancias podrán verse de nuevo incrementadas y el costo por metro cúbico se reducirá a escasos céntimos.

Entonces,  estaremos de acuerdo en que para que haya productividad hay que invertir.


viernes, 6 de diciembre de 2013

Nadie es profeta en su tierra


El domingo pasado andaba un poco perdido por la Capital de España, cuando se me acercó una chica  para darme información sobre un mercado de productos de alimentación ecológicos y artesanales que estaba teniendo lugar cerca de donde me encontraba. Y la verdad es que me acerqué sin  muchas expectativas. Cuando uno ha visitado un sinfín de ferias de alimentación, no espera que nada le sorprenda.

Cuando me dirigía hacia el lugar pensaba que me encontraría con los típicos productores que van de un mercado artesanal a otro. Un quesero,  un panadero…
Pero aquel mercado me sorprendió muy gratamente. Estaba ubicado en un amplio local que bien podría ser un aparcamiento, en la calle Gobernador de Madrid. Aquel espacio estaba muy bien adecentado, con un aspecto realmente artesanal.

Y más allá de encontrarme con un quesero y con un panadero, me encontré con un grupo de gente joven que estaban exponiendo y vendiendo el producto de su esfuerzo y de su trabajo. Entre todos ellos encontré algunas cosas realmente novedosas como los “germinadosLilliput” o una estupenda y riquísima mermelada de cerveza, hecha bajo la marca Domus de Toledo. También había un estupendo aceite de Toledo llamado "oleoyevel" que podía olerse desde cualquier punto. 

Pero si algo me llamó la atención fue encontrarme con un paisano de La Pedraja de Portillo en Valladolid que tenía unos embutidos realmente exquisitos, embutidos Valdezate. Mi sorpresa fue mayúscula, cuando le pregunté en  qué lugares de Valladolid podía comprar sus productos y él respondió que en ningún sitio salvo que me acercase a la fábrica. Me contó que todo lo que hacía lo vendía en Madrid y Galicia, que había intentado vender en Valladolid pero que nadie es profeta en su tierra.

Desde mi Blog quiero aprovechar la ocasión y felicitar a los impulsores del Mercado la Buena Vida y animarles a que sigan llevándolo a cabo. Pero sobre todo quiero animar a todos los productores allí presentes por tener la valentía de innovar dentro del campo de la alimentación en un momento donde todo el mundo está esperando a ver lo  que pasa. ¡Enhorabuena a todos!

Gonzalo Hernández Santamaría